Descubriendo los Aceites Esenciales
- Roser Oliver
- 8 sept 2020
- 3 Min. de lectura
Debo reconocer que cuando empecé a interesarme por los aceites esenciales lo hice desde la más absoluta ignorancia y con una gran dosis de prejuicios al respecto. Me picaba la curiosidad por conocerlos un poco más de cerca para entender cómo era posible que unas “simples gotas de aceite” pudieran ayudar a cuidar de nuestra salud, de una manera tan eficaz como prometían, “sólo” con la aplicación de una esencia de origen natural. Soy una persona de naturaleza analítica, siempre busco un razonamiento empírico en aquello que me interesa y algunos aspectos relacionados con los aceites esenciales me resultaban confusos así que empecé por ir a un taller impartido por una profesional para despejar algunas dudas … ¡y vaya si las despejé! No sólo entendí la manera que tienen los aceites de actuar en nuestro organismo sino que salí convencida de que si los beneficios eran tan evidentes tenía que probarlos de inmediato, y así lo hice.
Desde ese día el cuidado de mi “pequeño ecosistema familiar” va de la mano de mis “gotitas mágicas” ya que los resultados superaron con creces mis expectativas. En este artículo me gustaría darte unas pinceladas claras de lo que es un aceite esencial y cómo pueden ayudarte en el cuidado de la salud familiar.
Empecemos por el principio ¿Qué es un aceite esencial puro?
En este blog siempre te hablaré de aceites esenciales “puros”, y este es un matiz importante (después volveré a ello) que deberás tener en cuenta si te interesa introducirte en este mundo ya que en los últimos tiempos ha habido un gran “boom” en esta industria y es muy importante que sepas reconocer un aceite puro de uno que no lo es.
Un aceite esencial es la esencia extraída de diferentes partes de una planta o árbol (semillas, tallo, hojas, tronco…) mediante un proceso de destilación. La función primaria que tiene esta esencia para las propias plantas es diversa; protegerlas contra las amenazas medioambientales a las que se enfrentan, de los daños provocados por el sol, curan los daños producidos por algunos insectos…Esta esencia en forma de aceite tiene concentradas todas las propiedades de esa planta, lo que nos ayuda a entender en qué medida pueden ayudar a nuestra salud.
¿Cómo podemos aplicarlo?
Los aceites esenciales pueden aplicarse de tres maneras diferentes; uso tópico, aplicando el aceite diluido o sin diluir, directamente sobre la piel en alguno de los puntos de mejor absorción (planta de los pies, sienes, zona a tratar…) Al tratarse de aceites altamente concentrados en ocasiones deberemos diluirlos antes de aplicarlos en la piel, para ello no podremos utilizar agua, ya que esta no se puede mezclar con el aceite de manera natural, sino que utilizaremos un aceite vegetal o sustancia soluble. Personalmente me gusta utilizar el aceite fraccionado de coco, que además es un perfecto aceite vehicular (un aceite vehicular es el que ayuda al aceite esencial a penetrar mejor en la piel y llegue así al torrente sanguíneo)
También pueden utilizarse mediante inhalación, ya sea con la ayuda de un difusor, vahos, o simplemente oliendo el aceite directamente del frasco (a este método se lo conoce comúnmente como “aromaterapia”). De este modo las moléculas aromáticas al entrar en contacto con las terminaciones nerviosas que se encuentran en la cavidad nasal activan nuestro sentido del olfato llegando a nuestro sistema límbico y en consecuencia a la amígdala cerebral, la encargada de regular nuestras emociones y recuerdos. ¿Cuantas veces un aroma te ha traído un recuerdo a la memoria? una flor, un plato cocinandose, al entrar a algún lugar…
Por último podemos darle un uso interno ingiriendo el aceite, ya sea con una comida o bebida o como suplemento en cápsula.
Es importante saber que no todos los aceites pueden aplicarse de manera tópica, aromática ni pueden ingerirse alegremente, por lo que es fundamental estar bien asesorado cuando nos iniciamos en el uso de aceites. Una de las primeras cosas a tener en cuenta cuando pensamos en empezar a utilizarlos es saber si estamos ante un aceite esencial “puro” o no. El aumento en los últimos años del uso de estas soluciones ha hecho que salgan al mercado muchos fabricantes , lo cual es una gran noticia que nos indica que cada vez hay más gente preocupada por encontrar soluciones naturales eficaces. Pero lamentablemente algunos de estos fabricantes practican un sistema de producción que no puede garantizar la pureza de los aceites, adulterándolos para poder aumentar su volumen de producción. Así encontramos aceites esenciales en grandes almacenes o tiendas no especializadas donde no se nos puede asegurar un correcto asesoramiento y sobretodo la garantía de que vayamos a utilizar un aceite 100% puro. Inevitablemente cualquier sustancia inhalada, ingerida o aplicada en la piel va a tener un efecto en nuestro cuerpo y es importante saber exactamente la composición de cada aceite. En definitiva un aceite 100% puro es solo eso, ni más ni menos.

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